Sheen, que en la actualidad es el actor mejor pagado de la pequeña pantalla en EE.UU. y me atrevería a decir que en el mundo, ha ingresado en un centro para iniciar una terapia que le ayude a superar sus adicciones después de pasar varios días de juerga con abundancia de drogas y por supuesto alcohol, que terminaron con el intérprete hospitalizado aquejado de una hernia de hiato, entre otras muchas cosas.
Este incidente ha obligado a suspender de forma temporal el rodaje de los nuevos episodios de la comedia que protagoniza, la más vista en Estados Unidos, con una media superior a 14 millones de espectadores y que solo en publicidad genera alrededor de 3 millones de dólares por episodio.
La CBS ha emitido ya sus dos últimos capítulos y ha recibido confirmación del actor de que volverá a los rodajes a finales de este mes, aunque según la propia productora, parece una fecha un poco precipitada para que Sheen vuelva totalmente recuperado al trabajo.
Se estima que la cadena norteamericana CBS recaudó más de 155 millones de dólares por los anuncios en la serie durante la pasada temporada, en la que otro tratamiento de rehabilitación de Sheen (parece que no le hacen efecto) hizo que la producción se quedara en 22 de los 24 capítulos previstos.
Otra recaída de Sheen que provocase la suspensión definitiva de la serie supondría para Warner Brothers, productora de la misma, unas pérdidas de al menos 250 millones de dólares. Warner tiene ya cerrados los acuerdos para la distribución y redifusión de la octava y la novena temporada.
El nuevo contrato firmado por Charlie Sheen para protagonizar la serie hasta 2012 le supone un sueldo de dos millones de dólares por cada capítulo.
No está muy claro si es él el que se mete mucho en su papel o es el papel el que se mete en él, pero en una de estas…
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