

Cómo hubiera funcionado la ley Sinde:
Si la ley hubiera superado el trámite parlamentario permitiría la clausura de páginas web, si se consideraba que éstas vulneran los derechos de propiedad intelectual.
Algo que decidiría la Comisión de Propiedad Intelectual, un órgano de nueva creación formado por entre 4 y 6 personas: un juez de prestigio que haya presidido un tribunal importante, algún profesional del mundo de la tecnología, representantes de la comunidad internauta y también representantes de los autores, que mediante la combinación de procedimientos administrativos y judiciales tomarían sus decisiones.
La Comisión se encargaría de analizar los casos sobre páginas web que atenten contra los derechos de propiedad intelectual. Si se consideraba que la web está realizando actividades ilícitas, se enviarían dos avisos para que cesase su actividad. En caso de que el portal diese por concluidas sus actividades, se enviaría la denuncia siempre y únicamente a la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional. Con este procedimiento se esperaba crear una especialización que permitiría elaborar en poco tiempo una jurisprudencia efectiva.
Después de más de ocho horas de debate, la disposición final segunda de la Ley de Economía Sostenible, también conocida como ley Sinde, fue rechazada con los 20 votos de PP, CiU, PNV, CC y ERC-IU-ICV tras aplazarse la votación hasta en tres ocasiones debido a la complejidad del proceso de enmiendas.
Mientras la ley era discutida por los grupos políticos, la Red protestaba con fuerza en lo que entendían era una pérdida de sus derechos. La página del Congreso de los Diputados, permaneció bloqueada durante todo el día debido a ataques masivos de cibernautas bastante molestos por lo que allí ocurría.
Una vez conocido que la ley no saldría adelante, lo que antes eran protestas se tornaron en celebraciones por parte de los internautas.
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