Porque vosotros me diréis quien gana en todo este juego: el espectador, que es morborso por definición; la persona que cuenta sus problemas, que evidentemente no es el lugar ni el modo para solucionarlos; o la televisión, que lo único que busca es ganar audiencia, cueste lo que cueste y tenga que hacer lo que tenga que hacer para conseguirla.
En La Caja se trata de superar situaciones psicológicas extremas en televisión. El formato es tan sencillo como cruel: hacer de los traumas de las personas un espectáculo. En su estreno, La Caja consiguió un 23% de share. El lugar en el que los "pacientes" (o concursantes, ¿como diablos tenemos que llamarlos?) se sitúan es una especie de cubo, tétrico, en el que ponen imágenes relacionadas con el caso y los problemas del ¿concursante?, que se encuentra, cara a cara, con sus problemas y sus miedos.
Los defensores del programa aseguran que las terapias que se llevan a cabo ayudan a los espectadores a ver que las cosas tienen solución. Pero claro, ¿qué precio hay que pagar para ello?, ¿es lícito que se juegue de ese modo tan cruel con los sentimientos de una persona como hacen en La Caja?
Por tanto, podemos decir que La Caja es un reality psicológico con una sesión de terapia personaliza y pública. Los psicólogos del programa dicen que en la tele sólo se ve el resultado de un proceso de tratamiento de un mes de duración.
¿Es esta la mejor manera de abordar los problemas?, ¿es necesario ver sufrir a las personas con sus miedos y problemas?, ¿creéis que el formato de La Caja es dañino?, ¿o pensáis que La Caja hace un buen trabajo?