

La Liga Profesional de Fútbol ha afirmado que adoptará "todas las medidas necesarias para salvaguardar la correcta transmisión de los campeonatos, en todas sus coberturas y formatos, con el objetivo de evitar que el modelo de explotación de los derechos de retransmisión televisiva afecte al valor de la propia competición y al de los clubes".
Hasta ahora la polémica lo único que ha conseguido es despistar a los telespectadores que llevan 2 semanas con continuos cambios de horarios y sin saber a ciencia cierta por qué canal podrán ver ese día el partido. Mientras que la guerra entre Sogecable y Mediapro continua, los tribunales serán los encargados de dar o quitar la razón a unos y a otros.